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¿Puedo incrementar mi bienestar y calidad de vida practicando deporte y ejercicio físico?


En la nota del mes pasado exploramos el concepto de salud mental y concluíamos que practicar deporte y ejercicio físico tiene beneficios concretos y positivos sobre nuestro estado emocional.

Hoy ampliamos la visión incluyendo dos nuevos conceptos: el bienestar y la calidad de vida.


Si bien la definición de bienestar depende del contexto cultural en el cual nos encontremos, pudiendo tener variaciones, hay bastante consenso entre los expertos, quienes establecen que una persona alcanza bienestar psicológico cuando:

  • Desarrolla sus capacidades.

  • Crece a nivel personal.

  • Muestra indicadores de funcionamiento positivo en las distintas áreas de la vida.

Si nos detenemos un poco más en la definición podemos ver que hay algunas dimensiones incluidas que vale la pena resaltar:

  1. Propósitos: tener metas y ser capaces de alcanzarlas.

  2. Relaciones: capacidad de establecer relaciones positivas de apoyo y confianza.

  3. Autonomía: generar independencia más allá de nuestras relaciones.

  4. Crecimiento: tener oportunidades de poner en juego talentos y habilidades.

  5. Dominio: ser capaces de manejar exigencias y oportunidades.

El deporte y el ejercicio físico generan una interacción entre mecanismos psicológicos y fisiológicos que tiene un efecto positivo sobre todas estas dimensiones.

Concretamente aumentan nuestra sensación de control y la confianza en nuestras propias capacidades. Nos brindan oportunidades de establecer relaciones sociales, mejorando nuestra imagen corporal y nuestra autoestima. Y no menos importante, nos brindan oportunidades para divertirnos y experimentar el placer.

Por otro lado, el concepto de calidad de vida completa la visión sobre los efectos positivos del deporte y el ejercicio físico.

En términos generales decimos que gozamos de una buena calidad de vida cuando percibimos que podemos satisfacer nuestras necesidades psicofisiológicas. Antiguamente se creía que gozar de una buena salud física nos garantizaba una buena calidad de vida. Hoy sabemos que no alcanza. Para lograrlo necesitamos gozar también de una buena salud mental, y sobre todo tener la capacidad de ser autónomos y de establecer relaciones sociales positivas.

El deporte y el ejercicio permiten abordar todos estos factores clave. Las investigaciones dicen que los deportistas enfrentan mejor el estrés y la tensión, teniendo una mejor actitud hacia el trabajo con mejores niveles de productividad. También duermen más, tiene mayor nivel de autoconfianza y experimentan con mayor frecuencia emociones positivas ligadas a interacciones con otros.

Salud mental, bienestar y calidad de vida son tres factores claves que afectan nuestro rendimiento y pueden generar un gran impacto en nuestra forma de vivir. El deporte y el ejercicio pueden marcan la diferencia si aprendemos a incorporarlos a nuestra rutina y vida cotidiana.

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