Empezar a practicar deporte y realizar ejercicio físico es un objetivo que tiene algunos trucos y complejidades. Las estadísticas dicen que la mayoría lo logra, pero la mitad se queda en el camino a los seis meses de haber empezado. Es interesante este fenómeno y lo analizamos en notas anteriores cuando hablábamos de los sesgos cognitivos que cometemos los seres humanos a la hora de evaluar los cambios saludables, planificar y esperar recompensas.

A nivel psicológico existes cuatro grandes desafíos para lograr adherencia en el tiempo al ejercicio físico y la práctica deportiva: la motivación, el auto diálogo, la planificación y las emociones. Hoy nos vamos a ocupar de la MOTIVACIÓN.
La motivación es un concepto estudiado por diversos campos del conocimiento. Existen infinidad de definiciones y teorías. En términos generales cuando hablamos de motivación nos referimos a la experiencia de un estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta.
Todos tenemos muchas motivaciones que compiten entre sí y que terminan formando una jerarquía, donde algunas se ubican por encima de otras y en base a eso definimos nuestras prioridades. Por ejemplo, algunas personas están más motivadas para pasar tiempo con la familia, en relación a ocupar su rutina con actividad física, al evaluar que, con el trabajo, el tiempo que le dedican es muy poco.
¿Cómo podemos entonces influir en nuestra motivación para estar más orientados hacia el ejercicio físico y el deporte?
La primera estrategia es un muy sencilla y consiste en combinar motivaciones y entender que no son excluyentes y se pueden complementar. Los ejemplos sobran: usar la bicicleta como medio de trasporte hacia el trabajo, coordinar con amigos un partido, incluir a la familia en la actividad que realizamos. De esta forma vamos a sentir que optimizamos mejor el tiempo, y que al dedicarle tiempo al ejercicio no estamos dejando de hacer otras cosas.
Otro punto a tener en cuenta son las EXPECTATIVAS (tema del cual ya hemos hablado anteriormente). Las expectativas concretas y realistas ayudan a sostener la motivación. Con esto queremos decir que si fijamos metas muy altas, la probabilidad de frustrarse también será alta y consecuentemente las posibilidades de abandonar. Es central fijar objetivos, siendo los más comunes bajar de peso, vernos mejor o sentirnos mas a gusto con nosotros mismos.
Si creen que no pueden solos, lo mejor es pedirle ayuda a un entrenador o preparador físico, quienes son las personas indicadas para evaluarlos inicialmente y acompañarlos en el proceso.
Por otro lado, entender cómo funcionan los hábitos puede ser una buena manera de empujar la motivación. Los hábitos son comportamientos que se producen en forma automática con poco esfuerzo consciente (los hacemos básicamente sin darnos cuenta).
Tienen tres componentes: los DISPARADORES, la FACILIDAD y la FRECUENCIA.

Vamos a ejemplificar cada uno con el deporte. Un disparador posible podría ser una alarma que nos recuerde que llego la ahora de ejercitar o una pista visual que nos recuerde cual es nuestro objetivo final.
La facilidad tiene que ver con cuanto complejizamos o no la conducta que queremos incorporar (en este caso el ejercicio). Una forma de trabajar esta variable sería por ejemplo tener siempre listo el bolso y el equipamiento para optimizar la rutina y tener menos obstáculos. La frecuencia se refiere al hecho de que cuanto más repitamos estas pequeñas rutinas, más probable será que incorporemos esa conducta más grande, en este caso ejercitar.
Por último, recomendamos considerar incluir terceros para realizar la actividad y sostener la motivación. Ejercitar y practicar deporte con otros empuja la motivación más que hacerlo solos. Y también les sugerimos tener muy en claro cuáles son sus “zonas de riesgo”. Con esto nos referimos a aquellos lugares o circunstancias en las cuales es más probable que se terminen inclinando hacia otras actividades. Podría ser algún lugar de casa, o cualquier elemento que funcione como distracción y se termine convirtiendo en la actividad principal (mirar TV o computadora por nombras algunas).
Hasta acá MOTIVACIÓN.
En las próximas notas, iremos desarmando los otros desafíos a nivel psicológico que todos tenemos si queremos lograr pasar la barrera de los 6 meses y no abandonan en el intento.